“En cumplimiento de la tregua acordada por los combatientes de la guerra hispano cubanonorteamericana a instancias de los cónsules residentes en Santiago de Cuba, el bombardeo de esta ciudad por las fuerzas sitiadoras se retardó algo más de lo que las mismas al principio deseaban. El desalojo de la población por ancianos, mujeres y niños se llevó a cabo del 5 al 8 de julio de 1898. Para el día siguiente, para el 9 de julio, todo estuvo en condiciones propicias a la obra desastrosa de los asaltos definitivos. Las cosas, desarrollándose de mal en peor, habían llegado a un extremo positivamente asolador”... |