Con todo respeto me gustaría agregar algo a la famosa calle “L”. Porque se olvida a menudo que al final de la calle, casi llegando a Línea, había un obelisco dedicado al chino cubano que leía: “Al chino cubano mambí: no hubo un chino cubano traidor y no hubo un chino cubano desertor.” Un poco mas arriba, entre las calles 21 y 19 hubo (o hay, no sé) un pequeño night club llamado “La Red” donde debutó la más tarde famosa La Lupe, cuando era una desconocida y llamaba la atención por los golpes que propinaba a su pianista. |