Guije.com



Guije.com
Tarjetas Postales
Cuentos de Antaño
Filatelia
Links

Revistas del Ayer
Carteles
Bohemia
Cancioneros

Diario de La Marina
Número Centenario
La Mujer Cubana
Flora y Fauna
Precolombinas



Palabras en el Trópico
Diario de La Marina
Número Centenario

En 1932 el periódico el Diario De La Marina publicó su Número Centenario. Muchos cubanos del momento colaboraron en esta obra. Entre las composiciones encontramos este poema por Nicolás Guillén.






PALABRAS EN EL TRÓPICO

Trópico
con tu luz viva
tuestas las nubes altas
y el cielo profundo, ceñido por el arco del Mediodía.
Tú secas en la piel de los árboles
la angustia del lagarto.
Tú engrasas
las ruedas de los vientos
para asustar a las palmeras.
Tú atraviesas
con una gran flecha roja
el corazón de las selvas
y la carne de los ríos !

Te veo venir por los caminos ardorosos,
Trópico,
con tu cesta de mangos,
tus cañas limosneras,
y tus caimitos, morados como la boca de las negras.
Te veo las manos rudas
partir bárbaramente las semillas
y hablar de ellas el árbol opulento,
árbol recién nacido, pero apto, como un atleta joven,
para echar a correr por entre los bosques clamorosos !

Aquí,
en medio del mar,
retozando en las aguas con mis Antillas desnudas,
yo te saludo, Trópico !
Saludo deportivo,
primaveral,
que se me escapa del pulmón salado
a través de estas islas escandalosas que son también hijas tuyas...
( Dice Jamaica

que ella está contenta de ser negra;
y Cuba, ya sabe que es mulata !)

Ah,
qué ansia
la de aspirar el humo de tu incendio,
y sentir en dos pozos amargos las axilas !
Las axilas, oh Trópico
con sus vellos torcidos y retorcidos en tus llamas !
Puños los que me das
para rajar los cocos, tal un pequeño dios colérico;
ojos los que me das
para alumbrar la sombra de mis tigres;
oído el que me das
para escuchar sobre la tierra
las pezuñas lejanas !
Te debo el cuerpo oscuro,
las piernas ágiles y la cabeza crespa;
mi amor hacia las hembras elementales
y esta sangre imborrable !
Te debo los días altos
en cuya tela azul están pegados
soles redondos y risueños;
te debo los labios húmedos,
la cola del jaguar y la saliva de las culebras;
te debo el charco donde beben las fieras sedientas;
te debo, oh Trópico,
este alborozo niño
de correr en la pista
de tu delgado ceñidor lleno de rosas amarillas,
riendo sobre las montañas y las nubes,
mientras un cielo marítimo
se destroza en interminables olas de estrellas a mis pies !



NICOLÁS GUILLÉN




| Revistas de la Cuba de Ayer |
| Guije.com |


Nos gustaría saber su opinión

Gracias por visitarnos


Última Revisión: 21 de Abril del 2003
Todos los Derechos Reservados

Copyright © 2000-2003 by Mariano Jimenez II and Mariano G. Jiménez and its licensors
All rights reserved