Tratamos de reproducir los artículos publicados en la sección “¡A Comer Sabroso!” por Ana Dolores Gómez Kemp lo más fiel posible a como aparece en la revista “Carteles”, edición que circuló el 6 de Enero de 1952.

Estimamos que la cocina cubana es parte de nuestra cultura y aunque hoy en día ya muchos de estos platos no son parte del diario, sí lo son del como fue. Los presentamos aquí no como recetas de cocina, sino como parte de nuestro legado cultural.

“Se encuentran ya en camino hacia los hogares de los niños latinos del mundo los clásicos Reyes Magos, con su carga de juguetes y de regalos de todas clases, que no son otra cosa que carga de ilusiones.

“¡Noche de Reyes! Noche tradicional que ponía en nuestros espíritus infantiles un sentimiento de confiada esperanza primero, de gozosa inquietud y de angustiosa duda después, y que ahora, ya mayores, nos hace empeñarnos afanosamente en hacer realidad los sueños de nuestros hijos, para llevar a su ánimo el convencimiento de que los milagros pueden efectuarse y los imposibles realizarse.

“En estos tiempos en que todo ha cambiado, la tradición de los Reyes Magos sigue inalterable, porque es indudable que es esta fiesta exclusivamente para los niños, y el deseo de todos los padres de ver florecer en ellos una sonrisa, y de proporcionarles un día inolvidable, da cada año nueva importancia y nuevo aliciente a esta fecha legendaria, en la que también los mayores, rememorando tiempos pasados, colocan confiados sus zapatos, esperando que alguien que los quiera no los dejará defraudados.

“Para complementar un día de infantiles emociones como es el Día de Reyes, que pone término a las alegres vacaciones de Pascuas .y al período de fiestas iniciadas con la Nochebuena, tanto en los clubes como en las casas particulares se celebran simpáticas meriendas que entusiasman a los niños y que les ofrecen la oportunidad de compartir su desbordada alegría con sus amiguitos, mostrando orgullosos los trajes de cow boy o pelotero, la muñeca rubia, los patines y otros mil juguetes con que los generosos Melchor, Gaspar y Baltasar los han obsequiado.

“Pero también en esta oportunidad, en que todos los esfuerzos se encaminan a hacer la felicidad de los niños, muchos corazones generosos recuerdan a aquellos para los que no hay Reyes Magos, ni juguetes, ni dulces, ni arrullos de hogar, y entonces, en un gesto bellísimo, digno de bendiciones y de imítación, caritativas mujeres cubanas se ocupan en organizar repartos de juguetes y golosinas a esos niños, a quienes alcanza así el jubiloso espíritu del día.

“No he podido sustraerme, pues, a la influencia del momento, considerando oportuno dedicar también a los niños mi crónica de hoy, y ayudar a las mamás a ofrecerles una nueva alegría con la preparación de la siguiente sabrosa merienda:”