Guije.com Las fiestas del patrono y otras diversiones en Historia Local de La Habana.

Las fiestas del patrono y otras diversiones. Bandera de Cuba

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Las fiestas del patrono y otras diversiones
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Un día de Reyes en La Habana - Las fiestas del patrono y otras diversiones
Un día de Reyes en La Habana
Lección 22

“Dícese que los indios gustaban de fiestas. En sus areitos los cantos, los bailes y el juego de batos, eran los entretenimientos favoritos. Pero poco tiempo y poco gusto tendrían los indígenas para sus sanas diversiones, a partir de la llegada de Velázquez y Narváez.


“De 1568 a 1598, según Hernández de la Parra, "los bailes de La Habana y sus diversiones eran graciosos y extravagantes, y conservaban la rudeza y poca cultura de los indígenas".


“En los primeros siglos de la colonización se bailaban la zarabanda y otros bailes de España, por la gente más granada. La contradanza y el gracioso zapateo vinieron a ser los bailes de los criollos.


“Por el año de 1598 contaba La Habana con su orquesta de cuatro músicos, que asistían a los actos mediante previo convenio. Y se veían tan solicitados que era preciso "pujarles la paga y llevarles cabalgaduras, darles ración de vino y hacerles a cada uno y también a sus familiares, además de lo que comen y beben en la función, un plato de cuanto se pone en la mesa, el cual se lo llevan a su casa". Estos cuatro músicos eran: el violín Pedro Almansa, de Málaga; el violón Pascual Ochoa, también español, pero de Sevilla; el clarinete Jácome Viceira, de Portugal; y la negra horra o libre de Santo Domingo, Micaela Ginez, vigüelista, es decir, tocadora de vihuela o guitarra. No faltaban a estos músicos sus acompañantes, encargados de rascar el calabozo, que hoy decimos guayo, y de tañir la castañuela.


“Fiesta popular de la colonia eran los carnavales, que perduran en nuestra ciudad, si bien modificados en gran modo. Pero vamos a figurarnos que vivimos muchos años atrás, para decir de las fiestas del Patrono.


“Faltan nueve días para el 25 de julio, la fecha del Patrono de La Habana, el Santo Cristóbal. Desde hoy hasta el 24 irán las devotas y devotos a rezar a la Parroquial al anochecer, lo que dará pretexto a muchos para reunirse en la plaza. El 24 tendremos la salve. El 25 se iniciará con músicas y misa.


“...No lejos de la plaza, en lugar propicio, se ofrecen las carreras de cintas. Hay dos bandos: el rojo y el azul. Y cada bando tiene su madrina.


“Ya los competidores, jinetes en sus mejores cabalgaduras, esperan la señal de partida. A través de la calle hay una soga alta, de la cual pende una a manera de sortija.


“...Ya viene un jinete a galope tendido. En una mano las riendas. En la otra, una varilla de madera corta y aguzada, con la cual espera ensartar y llevarse la sortija.


“Y todo jinete que vence en un intento va al sitio donde se encuentra la madrina de su bando, y ésta prende en su pecho una moña del color correspondiente.


“Vuelve a su sitio la sortija o argolla cada vez que se le ensarta. Turnándose, uno de cada bando, vuelven los jinetes a su conquista, hasta que cada uno ha pasado por debajo de la cuerda un número determinado de veces. Se cuentan las moñas ganadas por cada bando. Y el que más obtuvo, es declarado vencedor Y se aclama además al jinete que, individualmente, obtuvo mayor número de moñas.


“...No lo bastante lejos del lugar como para evitar quedar envueltas en las nubes del polvo que levantan los cascos de los caballos, están las negras con sus ventas de café y dulces, y frituras variadas.


“Por distintos lugares de la ciudad dejan las orquestas oír sus notas cadenciosas. Los bailes son muchos, pero muy variados en sus clases. Se baila en la regia mansión de familia adinerada; se baila en las sociedades de blancos y en las de negros; y en los llamados bailes públicos donde se mezclan las razas y las categorías.


“...Pero pasemos ahora de prisa. Hay que huir de esas mesas al aire libre donde el juego de barajas, de ruleta o de otras clases, es el entretenimiento durante horas y horas. Y huyamos también de ese edificio de madera, con forma de glorieta, dentro del cual se grita mientras a la pata de un gallo se apuestan onzas y centenes.


“...Quedaron lejos las fiestas del Patrono. Pronto tendremos las Pascuas de Navidad que comienzan nueve días antes con las misas del gallo dichas a media noche, ya que la prima se emplea en dar serenatas, cantando al son de las bandurrias, al pie de las ventanas.


“...Es víspera de Navidad. Temprano hay que oír misa. Por la noche será la cena, la cena de la Noche Buena. Después se esperará el día bailando.


“En los días de Navidad se reúnen las familias, y a veces continúan las fiestas hasta el Día de Reyes, el 6 de enero.


“El Día de Reyes tiene gran significación para los negros esclavos. En este día pueden soñar que son libres. Se visten sus mejores ropas, bailan sus bailes típicos y hasta aprovechan la fecha para pedir a sus amos mercedes y favores, que los señores en concederlos se muestran también, con frecuencia, más propicios.


“La época de Los Reyes coincide con la de los comadrazgos. Con ellos se obsequian las amigas. Es el comadrazgo delicado presente que se remite en una bandeja primorosamente adornada. El comadrazgo va acompañado por lo general de unos versos, en los cuales se insinúa la pertinencia de corresponder al regalo. La correspondencia debía exceder en valor al obsequio recibido. A veces en los comadrazgos se han regalado esclavos y propiedades.


“Ya llegamos al 3 de mayo, el Día de la Santa Cruz. Rara es la cuadra donde no hay una casa con su Altar de Cruz. Y hay competencia en hacerlo con el mayor número de peldaños, los mejores adornos y el mejor alumbrado. ¡Cuánto arte hay en ocasiones en la vestidura de las botellas, improvisados candelabros para sostener las velas!


“Los amigos de la casa velan el altar. Y si en la vela hay rezos, no faltan tampoco los bailes, los juegos de salón y las cenas.


“El altar tiene su madrina. Y la madrina elige al joven que se ha de encargar de la fiesta al siguiente día. Y hace la elección colocándole un lacito en el pecho o echándole el ramo. Y este padrino ha de nombrar una joven como madrina, a la que rinde homenaje mandándole una moña de cinta y un obsequio, generalmente una joya. También le envía el carruaje en que debe llegar a la casa donde se vela el altar. No hay que decir que cada padrino trata de superar en esplendidez al que le precedió.”



Lección 21: La evolución de los vestidos, las comidas y las costumbres de los habaneros

Lección 23: Los oficios y profesiones de ayer y de hoy



Más información relacionada con los temas tratados en esta lección:
Cuba y los carnavales de La Habana en Así es Cuba




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Última Revisión: 1 de Octubre del 2006
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