Guije.com Lo que nos dicen los monumentos de la capital en Historia Local de La Habana.

Lo que nos dicen los monumentos de la capital. Bandera de Cuba

Guije.com
 Municipios de Cuba
 Biografías Cubanas
 Templos Religiosos
 Cosas de mi Tierra
 Diccionario Guije
 Cocina Cubana
 Cine en Cuba
 Revistas de Cuba
 Libros de Cuba
 Tarjetas Postales
 Filatelia Cubana
 Postalitas Cubanas
 Cubanito
 Cuentos de Antaño
 Fotos de Cuba
 Links
 Literatura Cubana


Ciudades y Pueblos

La Habana
 Túneles
 Fortalezas
 Chinos
 Monumentos
 Parques
 Calles


Historia Local

Lo que nos dicen los monumentos de la capital
en Historia Local de La Habana
en La Habana
en Ciudades, Pueblos y Lugares de Cuba

Lo que nos dicen los monumentos de la capital
Lo que nos dicen los monumentos de la capital
Lección 49

“En muchas ocasiones llama nuestra atención la presencia de un turista que se detiene, kodak en mano, ante un viejo edificio o frente a un monumento que, a fuerza de mirarlos un día y otro día, no despiertan en nosotros el menor interés. Y es que ese turista quiere conocer nuestra historia, y sabe que gran parte de ella ha quedado escrita en las viejas piedras, y en los mármoles ya amarillentos. Nosotros, por nuestra parte, ya vimos en otra lección lo que dicen las piedras de las fortalezas de La Habana.


“Hoy vamos a referirnos a los monumentos de nuestra ciudad. Primero, a los dejados por la colonia; y después a los erigidos en la época republicana, es decir, en la actual.


“Incidentalmente nos referimos en otra lección a la estatua de Carlos III, en el Paseo de ese nombre, la estatua del rey que quitó algunas de las muchas trabas que tenía el comercio cubano, razón por la cual se le recuerda con agrado. La estatua se erigió en 1803, cuando gobernaba el Marqués de Someruelos.


“No recuerda el cubano con igual agrado al rey Fernando VII, despótico y torpe, ni al gobernador Tacón, que tanto maltrató a los que amaban a Cuba. La estatua del primero, inaugurada cuando mandaba el segundo, se colocó en 1834 en la Plaza de Armas, hoy Plaza de Carlos Manuel de Céspedes.


“La "Fuente de la India", o de "La Noble Habana", se debe a Claudio Menéndez de Pinillos, Conde de Villanueva. En 1837 se colocó en la puerta principal del Campo Militar, o Campo de Marte, hoy Plaza de la Fraternidad. Después estuvo en el Parque central, llamado por entonces Plaza de Neptuno. Sufrió algunas danzas más antes de regresar a la Plaza de la Fraternidad.


“La llamada "Fuente de Neptuno" fue obsequio de Tacón al comercio de La Habana, pero la inauguró Espeleta en el Parque de la Punta, de donde pasó al Central, llamado por entonces Plazuela de Neptuno. Le quitaron del lugar para colocar la estatua de Isabel II, que a su vez tuvo que hacer sitio a la de José Martí. Tras varios cambios más llegó al Parque de Gonzalo de Quesada, en el Vedado.


“Parece que el hacer motivo de chistes y burlas de la sapiencia de los concejales o ediles, ha sido cosa de todos los tiempos, ya que se refiere de cierto regidor, como llamaban a los concejales en la colonia, que dirigiéndose al público, al describir la fuente, decía: "Mirad, señores; mirad, ilustres ciudadanos, qué hermoso Adán, con su tenedor en la plano corona la obra".


“En el centro del patio de la antigua Casa de Gobierno, hoy Palacio Municipal, se colocó en 1862 la estatua de Colón. De 1870 a 1875 adornó el Parque Central. En 1875 volvió al Palacio.


“La Fuente de Genios o de los Leones fue colocada, en 1836, por el Conde de Villanueva en la Plaza de San Francisco de donde pasó, en 1844, a la Alameda de Isabel II, hoy Prado, frente al Diario de la Marina. De aquí se llevó al Parque de Trillo, de donde volvió para la Plaza de la Fraternidad.


“Del monumento de Albear, inaugurado en 1895, y del consagrado, en el cementerio, a los estudiantes inmolados en 1871, se ha dicho en lecciones anteriores. Vamos ahora a referirnos a los monumentos construidos en la época republicana.


“No faltan en La Habana monumentos, de todas clases, que recuerden a los que, de un modo u otro, lucharon por hacer a Cuba independiente.


“En el Parque Central tiene José Martí modesta estatua, valiosa por las razones que siguen: fue la primera en erigirse al más grande de los cubanos; se costeó por suscripción popular, y se inauguró en 1905 por Estrada Palma y el General Máximo Gómez.


“En el Malecón, en el Parque Maceo, hay una bella estatua ecuestre del más grande soldado nacido en Cuba: Antonio Maceo. Se inauguró en 1916.


“En los terrenos ocupados por un parque, al final de la Avenida de las Misiones, se alza otra magnífica estatua ecuestre, erigida en 1935: la del General en Jefe del Ejército Libertador, Máximo Gómez.


José Miguel Gómez, Mayor General del Ejército Libertador y segundo Presidente de la República; y Estrada Palma, dos veces Presidente: en la manigua, en la Guerra del 68 y el Primero de la República, tienen sus monumentos en la llamada Avenida de los Presidentes; como también de Alfredo Zayas, el cuarto Presidente, se levanta una estatua en los jardines del Palacio Presidencial. Y a la memoria de los humildes chinos que pelearon en la Guerra del 95, se eleva un obelisco en el Vedado (Calle L y Línea). También dijimos en otra lección de la estatua al General Alejandro Rodríguez, primer Alcalde, por elección, de La Habana.


“El agradecimiento de los cubanos hacia los Estados Unidos, la nación que decidió nuestra lucha por la independencia con su intervención en la misma, declarando la guerra a España, y por sus hijos que en la misma tomaron parte, se ha exteriorizado con el bello monumento al Maine, en el parque de este nombre, junto al Malecón y no lejos del Hotel Nacional, y con los bustos de Leonardo Wood y Teodoro Roosevelt.


“Doña América Arias, la esposa del General Gómez, virtuosa y caritativa, tiene su busto en los jardines que rodean al Palacio Presidencial; y María Grajales, la mujer de quien, al decirse que fue madre de los Maceo ya se dice que fue la más grande de todas las cubanas, tiene su estatua en el Vedado, en el parque frente al Instituto de Segunda Enseñanza.


“En el Parque Luz Caballero, no lejos del litoral habanero, en la llamada Avenida del Puerto, podemos contemplar la estatua del "maestro de la juventud cubana" Don José de la Luz y Caballero y los bustos de Matthew E. Hanna, Eduardo Yero, Alexis E. Freyre y Esteban Borrero.


“Otros monumentos verás cuando recorras la ciudad de La Habana. En la Plaza de San Juan de Dios, el de Cervantes, el autor del Quijote; ...y los de Francisco de Frías, uno de los fundadores del Vedado y hombre que mucho hizo por el progreso del país; Víctor Hugo, el poeta francés que expresó sus simpatias por la independencia de Cuba; Juan Clemente Zenea, el poeta fusilado en el Foso de los Laureles en la Guerra de los Diez Años; Gonzalo de Quesada, el discípulo predilecto de Martí; Manuel de la Cruz, literato y también amigo del Apóstol; Félix Varela y José Antonio Saco, maestro y filósofo el primero, historiador el segundo y los dos patriotas; Carlos J. Finlay, el sabio médico que descubrió, desde el año 1881, que cierta especie de mosquito era el trasmisor de la fiebre amarilla...


“En la Plaza de la Fraternidad, rodeada por bellísima verja de hierro, con planchuelas con los nombres de todos los países de América, crece una ceiba, el emblemático Arbol de la Fraternidad Panamericana. La tierra que le da sustento, procede de lugares célebres en la historia de dichas naciones. En la Plaza hay, además, bustos de grandes americanos y cubanos.”



Lección 48: Lo que ha crecido La Habana en medio siglo

Lección 50: Componentes de la población local, y causas de su gran incremento durante la República





| Historia Local de La Habana |
| La Habana | Ciudades, Pueblos y Lugares de Cuba |
| Guije.com |


Correo Electrónico

Gracias por visitarnos


Última Revisión: 1 de Octubre del 2006
Todos los Derechos Reservados

Copyright © 2006 by Mariano Jimenez II and Mariano G. Jiménez and its licensors
All rights reserved