Esta es la sección que trata con la Calera Larrauri de Cárdenas, Matanzas, en el ejemplar que tenemos del “Magazine de La Lucha” editado en Cuba. No indica fecha de edición, sin embargo, las últimas fechas en las cronologías y otros datos son de 1923. Muchas de las fotos en nuestro ejemplar se encuentran en estado bastante deteriorado y es imposible poderlas reproducir.

“La floreciente y poderosa industria establecida desde hace algunos años en esta ciudad y conocida generalmente con el nombre de "Calera de Larrauri", por el recuerdo amable de D. Francisco Larrauri y Gordón -que fue su fundador y propietario- y cuya calera nosotros hemos visitado días pasados al objeto de ofrecer a los lectores de este Magazine esta amplísima información gráfica, es la más importante de su clase en todo el territorio de la República; siendo a la vez uno de los más valiosos exponentes de la intensa vida industrial y comercial que ha alcanzado Cárdenas en estos últimos años.

“Fundada esta industria en el año de 1880 -como ha dicho "El Tiempo"- por aquel hombre de excepcionales condiciones de inteligencia y laboriosidad, el inolvidable Don Francisco Larrauri (Q. E. P. D.) su fotografía aparece hoy en plana de honor de este diario, como homenaje sincero que tributamos a su memoria. Los prestigios y el crédito de esta industria de la "Cal Larrauri", han ido en aumento año por año, en constante y creciente progresión, y hoy día, dirigida y administrada por hombres que tienen un gran conocimiento de este negocio, inteligentes, activos y verdaderamente honorables, como Joaquín Oti e Ismael Busch, goza la "Calera de Larrauri" de un renombre grande, en Cuba y en el extranjero, hasta donde se envían también sus productos, y goza de tan sólido prestigio como lo pudiera ambicionar la mejor y más rica industria del país.

“Todas sus actividades, todos sus esfuerzos y toda su vida, la dedicó Don Francisco Larrauri a la industria, al comercio, y este hombre, generoso y bueno, por excelencia, trabajó desde su mocedad, sin menospreciar lo que pudiera parecer más insignificante; y he ahí como logró recoger en pocos años el fruto de sus actividades y de su labor tesonera, los prestigios, el crédito y el respecto de que siempre estuvo rodeado.

“Es verdad que para una inteligencia robusta como la de Don Francisco Larrauri, para un espíritu superior como el suyo no hay pormenor desdeñable, por que sabe de sobra que, a veces, lo más sencillo; puede sugerir a un observador, a un hombre de firme voluntad y clara inteligencia, como lo era Don Francisco Larrauri, la solución de los más complicados problemas.

“Don Francisco Larrauri, adquirió en el citado año de 1880, los terrenos de la finca denominada "La Choza", donde están las Canteras y la "Calera Larrauri" situada a un kilómetro de esta ciudad, junto a la carretera de Matanzas, y lindando también con la llamada carretera del Matadero; estableciendo en dicha finca los hornos de cal, que después habían de convertirse en una de las industrias más ricas de Cárdenas; hornos de cal que el Sr. Larrauri estuvo explotando durante treinta años hasta su fallecimiento.

“El Sr. Larrauri, constituyó la razón social que gira en esta plaza con el nombre de "Compañía de Cal Larrauri", propietaria de las Canteras y Hornos de Cal, que la componían solamente miembros de la familia del señor Larrauri, y los señores Laurentino García y Joaquín Oti.

“El capital social con que se fundó la Compañía de Cal Larrauri, fue de 288 acciones de un valor de $200 cada una en oro español, sin que hasta ahora se haya modificado el valor de dichas acciones, respetándose así, los deseos expresos del fundador de la Compañía, el difunto Don Francisco Larrauri.

“Los valores de esta gran industria no se cotizan, por que sus poseedores, familiares en su mayor parte del señor Larrauri, no se desprenden de sus acciones; pero estas, por lo que hoy representa de capital la Compañía y su gran prosperidad, tienen un valor importante.

“Las oficinas de la Compañía y del Consejo de Administración de la misma, se encuentran instaladas en la hermosa Avenida de la Independencia número 24 en esta ciudad.

“Estas oficinas también fueron visitadas por nosotros, en busca siempre de antecedentes y de datos para este trabajo informativo, obteniendo en ellas las fotografías de Don Francisco Larrauri, y las de las expresadas oficinas, que, con otras muchas ilustran esta información, con la que hemos querido dar a conocer en todos sus detalles, la importancia positiva de esta industria, que -como ya hemos dicho antes- en su clase es la mejor de la República, para orgullo de Cárdenas y también de la nacionalidad cubana.

“Los productos de la "Calera Larrauri", son material de fabricación y piedra picada, y cal viva para los Ingenios, que se utiliza en la defecación del azúcar.

“Todos nuestros grandes Centrales azucareros, hacen un buen consumo también de la Cal viva de especial fabricación de la casa de Larrauri.

“La compañía posee varios camiones y vagones de 'ferrocarril para el transporte del material de fabricación que se extrae de la Calera.

“A orillas de la carretera de Matanzas, se levanta la gran portada que da acceso a la hermosa finca "La Choza", lugar como ya hemos dicho anteriormente, donde están instalados los hornos para la fabricación de la cal, la complicada maquinaria que convierte la piedra en excelente, materia de fabricación, y donde se encuentran las grandes canteras de donde se extrae la piedra que se utiliza para fabricar una cal de magnífica calidad, como es la de Larrauri.

“Nuestro automóvil penetra en la finca y detiene su marcha frente a las casas de vivienda, bajo la dulce sombra de un añoso y copudo laurel que extiende sus verdes ramas como un palio de hojas, que se agitan con la brisa como alegres corazones.

“Allí echamos pie a tierra, para ir al encuentro del joven Sr. Ismael Bosch, amable y caballeroso Director de la Compañía y Administrador de la Calera que en unión del empleado de la minina, Sr. Gerardo Martínez, nos colmaron de atenciones a nuestra llegada, y nos acompañaron en la visita que hicimos a la Calera, mostrándonos todos los Departamentos de la gran fábrica y pedrera, facilitándonos con su habitual amabilidad, cuantos informes necesitamos para este trabajo informativo, satisfaciendo con amabilidad, -que muchos les agradecemos,- nuestra curiosidad de periodistas.