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Esta es la sección que trata con la Instrucción Pública en Cárdenas, Matanzas, en el ejemplar que tenemos del “Magazine de La Lucha” editado en Cuba. No indica fecha de edición, sin embargo, las últimas fechas en las cronologías y otros datos son de 1923. Muchas de las fotos en nuestro ejemplar se encuentran en estado bastante deteriorado y es imposible poderlas reproducir.


“La Instrucción Pública”

“No queremos pasar por alto ciertos extremos relacionados con la Instrucción Pública en Cárdenas, pues con ellos se comprenderá el grado de interés impartido por los gobernadores militares de la Colonia y el esfuerzo realizado a su vez por los amantes de la cultura y del progreso intelectual.


“La labor de bibliografía efectuada por un paciente investigador nos evita el trabajo ímprobo de buscar en los archivos cuantos libros traten de estos asuntos. En tal virtud dejaremos la palabra a ese laborioso historiador que dice así:


“"En 9 de Mayo del año 1844, el coronel Gobernador D. Javier Quintairos reunió en su propio domicilio al Sr. Cura D. José Matías Navarro; D. Rodrigo Tavira, Capitán de Navío, y D. Telesforo de Sotolongo para instalar una Comisión Local de Instrucción Primaria de acuerdo con un oficio del Capitán General del 25 de Abril del mismo año, y de otro del "Oidor Honorable Presidente Delegado de la Comisión de Instrucción Pública de la Habana," con fecha 15 idem.


“El cura aceptó el nombramiento de Secretario de la Comisión. Pero, faltando el Vocal que hubiera correspondido al Ayuntamiento (por la sencilla razón que aun no existía en Cárdenas el último), y residiendo D. Telesforo de Sotolongo 4 leguas distante, se propuso al Capitán General agregar a D. Tomás Fernández de Cossío, Administrador de las R. Rentas, y "ex-inspector de estas escuelas". (textual).


“La última frase nos permite suponer que algunas escuelas habían ya existido en Cárdenas, aun entes de quedar constituida la Comisión Local de I. P.


“En 18 de Julio de 1844, ya se menciona la renuncia que presenta D. Miguel Guzmán y Ramírez de su puesto de Director de una Escuela, la de San Juan de Dios.


“¿Acaso no renunciaría Guzmán por no depender de una Comisión Oficial, por haberle negado el Gobierno, en 1843, la licencia para publicar su "Mensajero de Cárdenas"?


“D. José Vidal Gallardo sucedió a Guzmán y se le asignaron las dos terceras partes del producto de 13 casillas. Cada una producía 4 pesos: le tocaban pues $34.66 en los meses de ingresos normales.


“La otra tercera parte fue asignada a María Baldonado (probablemente Maldonado) para enseñar gratuitamente a un número equivalente de niñas pobres.


“En 1845 la Comisión empezó a hablar de la necesidad de inspeccionar periódicamente las escuelas, pero en Agosto del mismo año la preceptora presentó su renuncia.


“¡La Comisión se había reunido 2 veces en un año!


“Las casillas se habían reducido a 11 por haber un temporal destruido dos de ellas, y no todas las que habían quedado estaban alquiladas continuamente. Entonces la Comisión decidió dar al preceptor todo el producto de ellas para que su asignación no resultara demasiado mermada.


“¡Y aquí vemos en el libro de actas que después de la del 2 de Agosto sigue otra fechada del 25 de Junio!


“A Vidal había sucedido D. Francisco de León en la dirección de la Escuela Gratuita de San Juan de Dios.


“Parece que los maestros eran partidarios del descanso en climas tropicales, ya que la Comisión en 16 de Marzo de 1846 recomendaba a todos los Profesores reducir los días de asueto a los Domingos y días de riguroso precepto.


“Solamente en Abril de 1849 la Comisión empezó a discutir la necesidad de un reglamento provisional, y estableció por fin la inspección encargando de ella a uno de los vocales, por turno mensual.


“Los informes eran siempre muy buenos: todo marchaba admirablemente en todos los Institutos de Educación.


“En Noviembre de 1849 se participó la fundación del Instituto de Educación Primaria para niñas "San Ramón", dirigido por doña Ramona Catoira, y el de "Santa Isabel" por el profesor titulado en ambos sistemas, D. Isidro Beoto.


“Dicen que Beoto era masón, pero entonces los masones eran los primeros en adoptar para sus colegios nombres de Santos, para no hacerse sospechosos.


“Y reaparece el dimisionario D. Miguel Guzmán a principio del año 1850 dirigiendo otra Escuela, y la señora Rafaela Palenzuela una de niñas.


“Beoto debía ser hombre culto, porque su Colegio fue el primero que agregó a la enseñanza primaria la del Inglés, del francés y del dibujo natural.


“Ese mismo año de 1850 surgió un conflicto entre la nueva Junta Municipal y la Comisión, al pretender la primera rebajar al Mo. Francisco de León su sueldo mensual, para aumentar con parte del producto de las casillas el fondo de propios! El asunto fue sometido al Capitán General, pero vino a ser solucionado por medio de 700 pesos que la Junta Municipal recibió del Gobierno para darlos a la Comisión de I. P. para que ésta a su vez los entregara al director.


“Así el último salió ganando.


“Desde 1850 aumentaron las escuelas en Cárdenas, y José Taboadela Ferrer pidió permiso para solicitar de los vecinos una suscripción para fundar una Escuela de Niños Pobres, subvencionada más tarde con 10 pesos mensuales.


“Este sistema de pedir a los vecinos su apoyo para abrir escuelas, estaba muy en boga en esa época; y después que los primeros la habían costeado, se hacía contribuir a los alumnos para que la escuela pudiese sostenerse y el maestro también.


“En 1851 fueron declaradas de texto las tablas de cuentas del geógrafo J. M. de la Torre y Cárdenas.


“Poco después, a principio de Marzo de 1852 se abrió la Escuela de Santo Domingo de Silos, nombrándose a D. Rafael Jorrín maestro.


“Casi contemporáneamente reaparece la maestra María S. Maldonado, protestando porque Rosa Ortega ejercía sin título!


“Con fecha 25 de Abril de 1855 se habla ya de la existencia de "Escuelas Superiores", aunque no se encuentran mencionadas anteriormente.


“Asimismo, en ocasión de los exámenes encontramos en 1855 y 1856 varias Escuelas y varios maestros y maestras, hasta entonces no mencionados todavía.


“La I. P. tomaba incremento.


“El presupuesto para este ramo importantísimo alcanzaba ya 4,000 pesos en 1857.


“Al Director de la Escuela Gratuita de Varones se aumentó entonces a 1,000 el sueldo de 700 pesos, y por la injusticia habitual de los hombres, para con las mujeres, se fijó solamente en $500 el sueldo de la Preceptora de la Escuela de Niñas Pobres "Nuestra Señora del Carmen".


“La víctima fue la Sra. Juana de Dios Verdugo.


“Se concedieron ese año $400 para la Escuela de Corral Falso (hoy Pedro Betancourt en donde ya existía otra); $300 para cada una de estas otras Escuelas: de Nueva Bermeja (Colón), de Guamutas, de Ceja de Pablo, Lagunillas, Palmillas, Cimarrones y Hanábana.


“Y no quiero olvidar el nombre de un munífico D. Fernando Diago que contribuía con un donativo de tres pesos mensuales por cada alumno de la Escuela de N. Bermeja, hasta el número de 30 alumnos.


“Rasgos de esta naturaleza son muy raros hoy día deben consignarse como ejemplos para tantos ricos "parvenus" y egoistas.


“El mismo año de 1857 encontré citados otros colegios o escuelas; de San Juan Bautista, de la Purísima Concepción y de Santa Ana.


“En el primero ya se enseñaba gramática inglesa: en el segundo, bordados, geografía, urbanidad, elementos de música. etc., y en el último, francés e inglés.


“A su vez D. Isidro Beato enseñaba álgebra, inglés, análisis filosófico, clásicos latinos, y ejercicios gimnásticos: de lo que podemos deducir que ese profesor "titulado en ambos sistemas", era en aquel entonces el más adelantado de Cárdenas.


“E inútil decir que el catecismo y la historia sagrada eran parte muy esencial de la I. P.


“En la Escuela de Beoto ingresó José A. Cortina a los 7 años de edad.


“La epidemia de viruela del año 1858, alejó mucha población escolar de las Escuelas, y se suprimieron los exámenes. Hubo también cambios políticos, y la nueva Tenencia de Gobierno creada en Colón, redujo a $2.700 el presupuesto escolar de Cárdenas por haber separado los pueblos de Corral Falso, Nueva Bermeja, Palmillas y Hanábana.


“Un Sr. D. Pedro de Veranes pretendió entonces uniformar los alumnos de su colegio, de la SS. Trinidad, y decorarles el uniforme con un distintivo que simbolizara el Espíritu Santo; pero la Comisión concedió solamente lo primero, no siendo de su pertinencia lo segundo. A fines de 1858 fusionó su Colegio con el de Don Remigio Plá, titulado de S. Juan Bautista y por fin lo clausuró en 1859.


“Quiso darle nueva vida en 1860 la Sra. Antonia M. Zenguito, pero fue una vida efímera, como la de una mariposa! Y murió definitivamente.


“Siete Escuelas habla en Cárdenas a fines del año 1858, con 261 alumnos.


“La viruela hizo que la Comisión Local dictara medidas para la vacunación de los niños de las escuelas.


“Con pena leí que en 25 de Enero de 1859 la misma Comisión rehusaba admitir un pardo, José Esteban Guillén, "porque Cárdenas carecía de escuelas para la gente de color!"


“¡Cómo ha evolucionado desde entonces el pensamiento humano!


“Fue en 1859 cuando Juan Soler pidió permiso para establecer en Hato Nuevo (hoy Martí) una Escuela de primeras letras de la que Luis (Miranda y Caballero pretendía igualmente la dirección.


“A la Sra. Verdugo ese mismo año embargaron la tercera parte de su sueldo de Directora, para cubrir una deuda pendiente.


“Hoy cualquier empleado público (según la ley de 17 de Mayo de 1902) puede contraer todas las que guste si no posee bienes visibles: los sueldos ya no se pueden embargar!


“Exagerado me parece el embargo de 33 por ciento de un sueldo muy corto como en el caso de la Sra. Verdugo, pero como principio ¿no es más moral que el segundo caso?


“Una innovación importante fue la supresión de los trámites para la admisión de los alumnos en las Escuelas, autorizándose al Secretario de la Comisión para extender la papeleta respectiva. (20 de Mayo de 1859).


“Un fulano López Ayllón exhibió por aquel entonces su "título de Segundo Piloto" para recibir el nombramiento de maestro y abrir un "colegio cubano.


“Otra novedad de trascendencia del mismo año fue la solicitud de un tal Francisco Armero para abrir una escuela de primeras letras para niños de color. ¡Por fin!


“Una nota que me parece original.


“Ese año se permitió a algunas señoras abrir, sin tener título, unas escuelitas infantiles llamadas "Escuelas de Amigas" en las que de hecho no se hacía otra cosa que cuidar niños.


“Hasta el 20 de Enero de 1860 prestó sus utilísimos servicios a la I. P. el vecino D. Tomás Fernández de Cossío, época en que, por renuncia, fue sustituido por D. Juan Costa.


“Me llamó la atención que este señor fue el primero que en sus visitas de inspección ya no encontró "todo bueno", ni "todo en perfecto orden". Observó que muchos alumnos de las escuelas gratuitas no asistían a las clases y quiso conocer las razones de ello; supo así que eran muchas las trabas para la admisión, y para removerlas se dirigió a la Comisión Provincial de la Habana.


“D. Rafael Jorrín, ese mismo año, pidió que se cambiaran por la tarde las horas de clase, para evitar que los niños se asolearan demasiado en las horas más cálidas del día. Se desprende que Jorrín no carecía de sentido común.


“Por primera vez veo en 1860 que de la Habana empiezan a interesarse por los datos estadísticos de I. P. y de un acta del 6 de Junio tomo nota que aun no existían en Cárdenas Escuelas Secundarias.


“Otra nota curiosa. La Sra. Antonia Zenguito solicitaba entonces "la gracia" de un examen público para que los padres apreciaran los grandes adelantos de los alumnos del Colegio de la "Santísima Trinidad" "gracia" que concedió en seguida la buena Comisión Local.


“Después del examen, lucido por cierto, la Sra. pidió un "certificado honroso" que le sirviera para "combatir las injurias que le lanzara públicamente el Dr. Antonio García Ortega!"


“Y la Comisión le dio también el certificado honroso.


“En 1860 Mime. Parent, francesa, estableció una Escuela para señoritas en la Quinta de Pel.


“Ese año de 1860 marcó un paso adelante en la evolución de la I. P. en Cárdenas, con la obligación impuesta a las Comisiones Provinciales por el Supremo Gobierno, de velar para que en donde no hubiese una escuela subordinaban siempre a lo que las condiciones de la localidad permitiese.


“Además el nuevo Reglamento de I. P. impuso una inspección anual a todas las Escuelas de la Provincia; se preocupó de los medios para mejorar la instrucción y reformarla cuando fuese necesario, y para emplear honradamente los fondos y los legados destinados a la misma: dedicando por primera vez una cantidad para premios.


“En Cárdenas la cantidad asignada fue de 100 pesos.


“Imparcialmente no puede decirse que la Junta Local no cumpliese su cometido lo mejor posible de acuerdo con los tiempos aquellos, y mas de una vez he anotado con gusto algún rasgo encomiable.


“Por ejemplo, la Comisión a veces pensó en proporcionar trajes a alumnos y alumnas pobres para que pudiesen presentarse decorosamente a los exámenes.


“Estos últimos generalmente tenían lugar antes de Navidad, y cada diez alumnos había un premio.


“A veces las epidemias no permitían la asistencia regular a las clases, y entonces se suprimían los exámenes.


“En 1861 el "croup" no permitió que se verificaran en su fecha y quedaron aplazados hasta Julio de 1862.


“Se nombraban también Comisiones para vacunar a los alumnos en sus propios domicilios.


“En 1862 D. Carlos de Arteaga ya había fundado su Colegio "El Progreso" en el que un año más tarde educábanse ya unos cien alumnos aproximadamente.


“Llamóse después "Colegio de San Luis Gonzaga", y entonces fue su primer Director, Rafael Mendive, pero no duró mucho en su cargo, ya que los cubanos en los tiempos aquellos no inspiraban mucha confianza a los españoles.


“Además Mendive se encontraba ya algo decaído en aquel entonces.


“En el período de 1862 a 1866 encontramos varios nuevos planteles de instrucción en la jurisdicción de Cárdenas: la Escuela de N. S. de Regla en la misma Cárdenas; la Escuela del pueblo de Recreo (hoy Máximo Gómez); otras dos de niñas y niños en el barrio de Versalles (Cárdenas) a pesar de que "los padres no desearan para sus hijos el beneficio de la I. P:" se fundó el Colegio de Santa Rosa de Lima, para niños (1864): la Escuela en Lagunillas con una generosa dádiva de 6 onzas de oro por el acaudalado vecino Don José Jerónimo de la Torriente (1865); y por fin a fines de 1866 ya se impartía la enseñanza elemental superior a Señoritas en el Colegio de la Purísima Concepción.


“El año de 1862 el Plan General de I. P. ya exigía que en las poblaciones de más que 2,000 vecinos existiese una Escuela Elemental Superior; se decidió entonces impartir dicha instrucción en una de las escuelas municipales en donde ya hubiese un regular número de alumnos aprovechados.


“En los pueblitos colocaban preferentemente maestros casados, para que sus esposas enseñaran costura a las niñas cuyas escuelas se fundaban siempre mucho después.


“Contra los padres que no instruían a sus hijos se dictaron disposiciones severas, formando comisiones de "vecinos honrados e instruidos" para vigilar el cumplimiento de la Ley en los varios Partidos de la Jurisdicción.


“Y a veces todo faltaba en esas escuelas de campo. Recuerdo que para la de Hato Nuevo (hoy Martí) se tuvo que pedir de urgencia 3 mesas, 4 bancos, y 1 pizarra por valor de $52 y seis reales cantidad que después no se supo de dónde sacar!


“En Cimarrones también faltaba mobiliario, y no se podía admitir a todos los alumnos por no haber asientos.


“En Camarioca había asientos y no asistían los niños, tanto que se tuvo que suprimir la escuela.


“La directora Sra. Verdugo, en 6 de Marzo de 1863, se quejaba que de los 66 pesos que recibía, gastaba:


Por alquiler de la casa $ 30
 Al ayudante 17
 A una señorita auxiliar 12
 Total $ 69

“quedándose 7 pesos para proveer la escuela de papel, de tinta etc., lo que no le permitía (textual) el "alquiler de una criada," tan indispensable para el aseo de la escuela. Pedía por lo tanto, y con sobrada justicia que se le aumentara el sueldo hasta la cantidad de 1,000 pesos anuales, como a su compañero el Director de la Escuela de Varones.


“En Guamutas el maestro se veía obligado a colocar la mesa de escribir "debajo del colgadizo de la herrería y los bancos en una casa de comercio al lado" No decía en dónde se quedaban los alumnos.


“A propósito de Guamutas: En Cuba cuando no se sabe el lugar de nacimiento de alguien, se acostumbra decir "Es de Guamutas", porque antaño en ese pueblo quemaron hasta los archivos del Ayuntamiento y de la Parroquia!


“Era entonces cura de Guamutas el famoso D. Ramón de la Paz y Morejón, cuyos trabajos de historia natural figuran a menudo en las Memorias de la Sociedad Económica Amigos del País. (1864).


“Fue en Octubre de 1863 cuando se decidió la supresión de la Escuela Elemental Gratuita para Varones para crear una Escuela Elemental Superior en la que se impartiera también la instrucción elemental. Se fijó para el Director un sueldo de $2,040: y se asignaron $1,020 a un Ayudante Vice-Director: $204 al ayudante: $816 para el alquiler de la casa; $300 para material y $990 para gastos de instalación. Puede decirse que un presupuesto de esa naturaleza rompía por completo con la rutina anterior y constituía un verdadero "record" por esa época.


“Los varios cargos fueron obtenidos por rigurosa oposición, integrando el jurado varias personalidades: entre ellas los Doctores D. José Sixto de Bobadilla y D. Miguel Bravo y Sentiés. (Febrero de 1864).


“La primera vez ningún candidato fue reconocido idóneo: la segunda se presentó uno solo, Don José I. García, y por fin en Marzo del mismo año ganó la plaza de Director "D. José Miguel Valdés Macías, bachiller en Leyes, y alumno del 7.o Curso (f) de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Central del Reino."


“D. Félix Calvo y D. Dámaso de Oliva obtuvieron respectivamente el segundo y tercer lugar.


“Algunos meses más tarde, la Escuela ya contaba con 95 alumnos, de los que 43 recibían instrucción gratuita.


“Por aquel entonces declararon de "texto forzoso" el libro de lectura "Lecciones del Mundo" por Teodoro Guerrero, y "Aritmética Nacional" (¿y por qué "nacional?) por José García de Toledo.


“En Guanajayabo, cuna de José Antonio Cortina, hacía tiempo (1861) que se habían colectado entre los vecinos 129 pesos para la fundación de una escuela, pero la Junta de I. P. había olvidado ese detalle y sólo a fines de 1864 pensó pedir al capitán de la localidad la realización del proyecto! Cosas de esos tiempos!


“Sin embargo había el "pro" y el "contra"; porque si a veces resultaban algo distraídos los señores vocales, otras veces tenían rasgos muy encomiables. Por ejemplo, al reprochar a un individuo el haber faltado a su palabra, la Comisión Local "tomaba nota de lo poco que ese fulano la estimaba". Hoy a faltas de esta índole no se las concede importancia!


“Los premios, en 1864, costaron 400 pesos: es cierto que en el acta habían primero escrito "100", pero el "uno" fue amigablemente convertido en un "cuatro" por una mano amiga de los niños.


“Leí con fecha 4 de Agosto de 1865 una disposición del Gobernador Civil prohibiendo a los maestros el sostener polémicas en los Diarios, "ni en los casos de propia defensa".


“Mientras tanto la población escolar seguía aumentando, y a fines del mismo año el Instituto Elemental Superior se veía obligado a cambiarse a otro local, en la calle Real entre Cossío Y Jérez. (Casa Mora).


“El Gobierno en Octubre de 1865, a petición del Cura J. B. Echaniz y Landa, concedió autorización provisional al Colegio "El Progreso" para dar 4 años de Segunda Enseñanza, con fianza de 750 pesos. El Sr. cura Echaniz era "empresario" (así se decía entonces al copropietario) del mencionado plantel, que traspaso 8 meses después a D. Francisco M. de Barrena, quien en 1866 a su vez pidió permiso para que se pudiese cursar también el quinto año.


“En 1865 hubo entre los Sinodales de los exámenes conspicuas personalidades de aquella época: D. Carlos F. P. Smith, D. José Miguel Macias; D. José Sixto de Bobadilla; D. Joaquín de Rojas, y D. Miguel Bravo y Sentiés.


“En vez de libros se dieron medallas de plata dorada como primeros premios, y de plata natural como segundos.


“La repartición fue solemne (Febrero de 1866) y ya tuvo lugar en los salones del Liceo de aquel entonces, cuyo Presidente era el señor D. Carlos Cruzet.


“Por esa época D. Rafael R. de Cerrerá pidió a la Comisión de I. P. un local para dar lecciones públicas de materias científicas.


“Otro paso en la ruta del progreso fueron los exámenes de oposición para obtener las becas del Ayuntamiento en la Normal de Guanabacoa. (28 de Agosto de 1866).


“El buen sentido de la Junta Local de I. P. se manifestó otra vez cuando a fines de ese año paso una circular a los maestros para que cuidaran más de la correcta pronunciación de los alumnos, y otra a los padres para que los niños y particularmente las niñas no se presentaran a los exámenes con prendas de oro y trajes elegantes, humillando así a los compañeros pobres.


“Encuentro en esta última disposición una delicada nota de poesía que en mi concepto, habla muy alto, de los buenos sentimientos de esos señores vocales.


“Se recomendó también a los maestros agregar la asignatura de nociones agrícolas: se acordó la supresión de los exámenes de fin de año, sustituyéndolos por exámenes bimestrales sin previo aviso: visitar, también cada bimestre los colegios particulares para fijar la fecha oportuna para examinar sus alumnos con 24 horas de preaviso!


“En resumen, las disposiciones de aquellas Juntas podían adolecer de defectos, pero si se las compara con la época y con las condiciones de la América Latina en aquel entonces, merecen elogios.


“Al principio del año de 1867, S. M. dio un decreto elevando la categoría del Colegio "El Progreso", considerándolo como de primera clase, y exigiendo que acreditara tener el material necesario para la enseñanza de la física, química, Historia Natural, que empleara su fianza hasta 1,500 escudos, y que los profesores tuviesen título.


“En las actas se llamaban las Escuelas Elementales, "Institutos."


“Fueron pedidas en ese año varias autorizaciones para abrir otras escuelitas.


“En 1868 la Escuela de R. Jorrín, la Escuela Primaria Superior de José Miguel Macias, y la de niñas a cargo de la señora Gregoria Zavala, ganaron, todas, la "mención honorífica".


“Por el contrario se formó expediente a una maestra por haber abandonado la Escuela de Recreo a su cargo. Cierto es que, habiendo alegado una enfermedad del hígado, la buena Junta, sin más averiguaciones, tuvo por "justa y bien fundada la disculpa".


“Otra ocurrencia.


“Un maestro, de Cimarrones, mandó para sus casas a todos los alumnos por su falta de aplicación y de docilidad, diciéndoles: "Ya volverán Vds. cuando quieran estar de acuerdo con el Reglamento". Y añadíase en el informe que acompañando las palabras con los empellones y las injurias, el maestro se había quedado solo.


“La Junta dio entonces una licencia al maestro para iniciar una averiguación, que duro varios meses, al cabo de los cuelas el exigente mentor renuncio su cargo espontáneamente.


“En 1869 se volvió a los antiguos exámenes del mes de Diciembre, se suprimió la Escuela Primaria Superior, creando en lugar de ella otras 4 Escuelas Elementales: otra se abrió, para niñas: la Escuela de la Divina Pastora.


“La Junta estaba cansada, y desde el día 4 de Diciembre de 1869 no volvió a reunirse hasta el 24 de Mayo de 1870.


“Observé, que en algunos casos de acusaciones por escasa simpatía de maestros o alumnos hacia la nacionalidad española, la Junta Local había procedido con suma cordura e imparcialidad!


“En esos años de guerra, de huracanes, de sarampión, de viruelas, y de cólera, los exámenes no fueron públicos.


“El año de 1871 el Ayuntamiento deseaba costear en el Colegio "El Progreso" la instrucción primaria de 20 niños, y la superior para el más aventajado; pero, viendo que se le exigían 5 pesos por cada uno, decidió crear una nueva Escuela con 100 pesos para el maestro y 34 para el alquiler.


“Bastante bien estaba, económicamente, el cuerpo docente en 1871. Siempre que no se tratara de maestros "de instrucción incompleta!"


“Pero los niños eran bastante malcriados, según rezaban las crónicas aquéllas, y frecuentes eran las quejas por falta de respecto para con los ancianos, las señoras y los sacerdotes; tanto que en 1872 la Junta Local tuvo que enviar a los Capitanes Pedáneos y a los Maestros, una enérgica circular para que esos abusos cesaran.


“No gastaba iguales energías con los funcionarios de la misma Junta, ya que el Secretario Baz y Cortés pudo desaparecer por más que un mes, habiendo sido nuevamente admitido por la pueril excusa de haber estado privado de conocimiento, durante varias semanas!


“El año de 1874, por el mes de Marzo el Sr. Mariano Dumás Chancel que yo cito al hablar de la I. P. en Matanzas, desempeñaba el cargo de Inspector Provincial por ese Ramo. Pudo entonces darse cuenta de las irregularidades que se registraban en Cárdenas al llenar los estados de asistencia de los alumnos.


“Fue cuando el Ministerio de Ultramar envió una Circular ofreciendo recompensar a los profesores más cumplidos y amenazando a los demás con medulas de severo rigor.


“Las actas de la Junta Local de I. P. eran por aquel entonces muy largas y demostraban una mayor actividad.


“Los casas de abandono de sus Escuelas por parte de Directores y Maestros no eran, desgraciadamente, muy raros, a pesar de las Circulares del Ministro de Ultramar.


“Prohibióse usar la palabra "Colegio", al tratarse de Escuelas Oficiales; y se llamó repetidas veces la atención de los maestros sobre la no puntual asistencia de líos niños a la Misa de los Domingos.


“El mismo año de 1874 el Gobierno Central aplaudía el celo de la Junta de I. P. de Cárdenas, y al mismo tiempo rehusaba su aprobación a un aumento de 1.500 pesos para premios, mayores gastos de Secretaría, etc.


“Y la Junta respaldada por el Ayuntamiento pudo proveer Igualmente.


“Le faltó por aquel entonces el eficaz apoyo del Vocal D. Carlos F. P. Smith, uno de los más entusiastas en su noble tarea.


“El Capitán Pedáneo de Camarioca, para poner coto a la apatía de los padres que no obligaban los niños a frecuentar la escuela, pidió y obtuvo la facultad de multarlos.


“Desde antes del año de 1875, los premios se repartieron en el salón del Casino Español.


“En 1875 las sesiones de la Junta empezaron a ser menos frecuentes, y en 1876 tuvieron lugar solamente dos: en Febrero y en Junio!


“A los directores de Escuelas de Párvulos con 3 alumnos o más, se les exigió otra vez el "título de maestro elemental incompleto".


“Fundáronse de 1875 a 1877 varias nuevas Escuelas Elementales, y al terminar ese último año se dedicaron particulares elogios a la de Nuestra Señora del Carmen dirigida por la Sra. Néstora Moinelo a la de Nuestra Señora del Rosario de la Sra. Virginia Marty, y a varias otras todavía.


“Pero ¡qué trabajos pasé al descifrar esas actas escritas por el Secretario Paderni, que desaparecía de vez en cuando para reaparecer de nuevo con su pluma terrible!


“El 18 de Enero de 1879 marcó una nueva etapa en la historia de la I. P. de Cárdenas: por fin pensaron en la conveniencia de instruir también a los niños y niñas de color! Si lo hubiesen pensado antes en toda Cuba, hoy ya no habría brujos!


“Dos Escuelas se destinaron a los niños de color.


“Un señor Sánchez, maestro, y Presidente de no sé qué Comisión manifestó a la Junta de I. P. que "creía de su obligación consignar ser merecedor de un voto de gracias!


“Por ese mismo año llegó a Cárdenas un habanero culto, Juan B. Guarro, para fundar otro Colegio de segunda enseñanza, que no prosperó.


“También José Treserra, cerró su Escuela Privada "La Central".


“Los tiempos eran desfavorables para la I. P. en medio de tanta efervescencia política y patriótica: sin embargo no faltaban otros que intentaran abrir nuevos colegios para sustituir los que se clausuraban.


“Y así nació en Marzo da 1879 la Escuela para señoritas, bajo la advocación de Santa Casilda, en la calla O'Donnell 128, (calla 13.)


“Casi al terminar al año siguiente, un muchacho da 14 años, Emilio E. Acevedo, pretendía ser examinado y obtener el certificado de aptitud para la enseñanza, lo que la Junta le negó. Sin embargo cinco años más tarde lo concedió a la niña Angela Catalá que se encontraba en idénticas condiciones!


“El Lcdo Carlos A. Smith, siguiendo las huellas da su señor padre, prestaba también buenos servicios a la I. P. de Cárdenas.


“En 31 da Julio da 1884 al español D. Eulogio Neto se concedió autorización para fundar en Laborda número 103 un Colegio Elemental Superior que llamó "Froebel", y a D. Angel Sorondo para fundar al Colegio Elemental da San José, en Ayllón 136.


“Figuran ya por aquella época, en la I. P. muchos da los apellidos más conocidos en Cárdenas: Nayra, J. M. Peláez, Octavio F. Smith, J. Benito Rodríguez, Maribona y otros.


“Justo as consignar que en tiempo de España hubo también funcionarios buenos que vieron con interés al adelanto de Cuba.


“En Cárdenas, de 1881 a 1883, un Alcalde mucho laboró por la instrucción publica: D. Francisco Llaca y Otero.


“Cedió todos sus sueldos da Alcalde para la construcción da las Escuelas Llaca que se inauguraron en 1885, perpetuando su desprendimiento. Y Llaca fue desde entonces, "hijo adoptivo" de Cárdenas.


“En ese año la Junta decidió aprovecharla provisionalmente, instalando en ella una Escuela Municipal; paro, en 1886 D. Antonio H. de la Puente propuso establecer allí una Estación Agronómica con una Escuela Elemental da Agricultura, anexa.


“Su proposición quedó en suspenso por disposición del Gobierno Central, hasta que en 5 de Julio de 1890, se aceptó la idea del Pbro. D. Antonio Pacin de ceder al local a la Comunidad da las Siervas de María para la asistencia de enfermos y para crear dos Escuelas gratuitas para niños de ambos sexos menores da 8 años, recabando para lo primero la anuencia del Ayuntamiento.


“Por al año de 1885 la Junta Local de I. P. empezaba a preocuparse por sus sesiones decidiendo regularizarlas: una cada primer viernes de mas.


“Y los exámenes ya tenían lugar en Junio, en vez que en Diciembre.


“Tomé nota de una proposición del Sr. Cura para evitar la aglomeración de los niños en algunas escuelas en detrimento de los maestros y de los buenos resultados da la instrucción. Se decidió dividir Cárdenas en tres Distritos Escolares, instalando Escuelas en cada uno de acuerdo con su población, y obligando a cada niño a ingresar en la escuela que la correspondiera.


“Las vacaciones empezaban en Junio y terminaban al 25 de Agosto.


“El Ldo. Antonio Llambé, en aquel entonces Director del Colegio "El Progreso", decidió admitir en el curso 1885 1886 a dos niños gratuitamente hasta recibirse de Bachilleres en artes.


“Véase como todos los detalles reunidos en este capítulo dan la medida de la evolución de la mentalidad al través de los años, en el importantísimo ramo de la Instrucción Pública en Cárdenas.


“En 1886 los directores Eulogio Neto y José Núñez de Villavicencio fueron muy felicitados por la Junta Local de I. P. por el gran adelanto de sus respectivos colegios: y detalle curioso, se asigna al segundo el premio extraordinario, consistente en una medalla de mérito, con la salvedad de entregarla cuando lo Permitan los fondos del Ayuntamiento!


“El Ldo. Carlos A. Smith, persona más práctica, propuso que se le gratificara con dinero efectivo, ya que las condiciones económicas de los maestros eran siempre algo precarias, en los tiempos aquellos: y además (5 de Febrero de 1887) que se asignaran otras gratificaciones a los maestros que de su escaso sueldo debieran pagar sus auxiliares; y se aumentaran también las consignaciones para obtener mejores edificios escolares.


“Decididse entonces pedir $1,440 para las gratificaciones; elevar a $25.00 mensuales el precio para alquiler de locales para escuela y conceder al Sr. Núñez de Villavicencio 200 pesos de gratificación especial por su labor en pro de la I. P.


“Dos noticias curiosas. Las escuelitas para niños y niñas de color, se denominaban "Escuelas de Entrada de color."


“En Junio de 1889 se estableció una contribución de 3 pesos en billetes con que cada niño de familia acomodada debía cooperar al gasto de la primera enseñanza, en vista de la mala situación económica del país.


“No encontré hasta 1890 detalles de importancia, exceptuando una Circular para reprimir el abuso de licencias por los maestros, y una proposición del Gobernador Civil para crear otra Escuela Superior en Cárdenas; proposición no admitida por la Junta Local, fundándose en que siendo de 23,000 almas la población del Término, ya tenían mayor número de Escuelas que el prescrito por la Ley.


“Entre públicas y particulares había veintitrés.


“Se decidió elevar una de las Escuelas ya existentes a la categoría de Escuela Superior, confiando su dirección a uno de los mejores maestros, D. Rafael Rossi Conchillos.


“Por el año 1891 el Gobierno Civil se ocupaba de la vacunación de los alumnos.


“En 1892 el distinguido educador Manuel R. Fernández Rubalcava, después de haber dirigido algunos años el Colegio de Segunda Enseñanza de San Luis Gonzaga (antiguamente "El Progreso") fundó otro de la misma índole, que llamó Perseverancia.


“Y más tarde el Ldo. Arturo Fernández, Llebrés fundó el Colegio "El siglo".


“El distinguido Dr. José Ellas Jiménez, en 1894, propuso a la Junta de I. P. de Matanzas, que a los niños de las escuelas se diera solamente agua filtrada. Su moción fue aprobada y trasmitida también a la Junta de Cárdenas.


“Y ese mismo año el Gobierno Central, que sin duda ya sentía rugir la tormenta política, dispuso que los niños de color fuesen admitidos en todas las escuelas oficiales: lo que no se logró sin vencer a veces la resistencia de algún maestro rehacio a obedecer.


“Una nueva anécdota.


“El maestro Francisco Javier Sánchez, Director de la Escuela "El Salvador", reclama una medalla de oro, obtenida por los brillantes exámenes de sus alumnos en los años 1880, 1883 y 1890!


“Habían olvidado al maestro Sánchez como muchos años después el Comité Central de los Boys-Scouts olvidaba igualmente entregar a otro Sánchez (el muchacho heroico, de quien hablo en el Capítulo III) otra medalla dé oro.


“¡Singular coincidencia!


“Otro maestros R. Rossi, se quejaba en 1894 también, que 24 votos de gracias, promesas de recompensas especiales etc., reunidos durante muchos años de magisterio, no habían sido llevados a la práctica ni inscritos en su hoja de servicios.


“Y murió el pobrecito en 30 de Agosto de 1896 sin haberlo logrado.


“En 15 de Marzo de 1895 se dio cuenta que la Autoridad Superior pedía a la Junta Local día I. P. de Cárdenas la formación de un expediente para crear, para las niñas, cuatro Escuelas completas y tres para varones, todas ellas en la ciudad; y otras dos de niñas en Cantlel y en Guásimas.


“El Sr. Heriberto D'Irichitty dirigía su Colegio "Cárdenas".


“Se decía entonces que la Superioridad, en su afán de crear nuevos planteles de Instrucción, "se inspiraba en altas razones de orden político sociológico y patriótico, para aumentar en las futuras generaciones el amor al trabajo y al orden".


“Pero ya pocos tenían fe en el Gobierno.


“De los insurrectos, ni palabra, hasta el primero de Febrero de 1896, cuando el maestro Pedro Ceballos se quejó de haber sido víctima de atropellos en el Barrio de Guásimas.


“Los alumnos disminuían tanto en los colegios particulares como en las Escuelas del Gobierno, y los Directores de los primeros solicitaban subvenciones para educar a niños de planteles oficiales, clausurados por las condiciones excepcionales de aquellos días.


“La Junta Local de I. P. apenas si se reunía dos veces al año, hasta que por fin desde Mayo de 1897, verificó su última sesión casi un año después.


“Y fue curioso que la Junta admitió que la Escuela Superior nunca había servido para su objeto, porque los niños no estaban en aptitud de recibir la instrucción que se les impartía!


“¿Verdad que son muy curiosas esas narraciones?”




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Última Revisión: 1 de Agosto del 2008
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