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2 Noviemnre 1958




“Un Plan de Diversificación Agrícola e Industrial de Cuba. Utilizando el Ingenio Azucarero como Centro Fabril Organizado”

Presentamos el siguiente artículo lo más fiel posible a como aparece en la Bohemia publicada el 24 de Febrero del 1952; Año 44, Número 8. Este artículo comienza en la página 4. Hemos modificado el ancho de la columna y ligeramente actualizado la acentuación de algunas palabras monosílabas.






Un Plan de Diversificación Agrícola e Industrial de Cuba. Utilizando el Ingenio Azucarero como Centro Fabril Organizado
por Angel Augier
fotos de “Paco” Altuna

En su medular “estrategia, de fomento de largo alcance”, el ingeniero Angel Ramón Ruiz divide en dos clases las nuevas industrias susceptibles de establecerse anexas al ingenio azucarero: las que utilizan el azúcar y sus derivados como fuente de materia prima, y las que utilizan otros productos agrícolas y anímales. Asimismo, clasifica las diversas nuevas industrias en tres categorías: las que necesitan poco capital inicial con gran utilidad, buen y seguro mercado inmediato nacional y de exportación, corresponden a la categoría A; a la B, las que necesitan mayor capital con buena utilidad y cuentan con seguro mercado nacional y de exportación; y la C, aquellas que requieren mejorar sus costos de producción para poder competir ventajosamente en el mercado doméstico y en el exterior, o las que requieren gran capital inicial con limitada utilidad, aunque disponen de buen mercado nacional y extranjero.

Ya se han examinado las industrias posibles de la cachaza y del bagazo de la caña, dos desperdicios de la industria azucarera que pueden significar trabajo seguro para los obreros cubanos en tiempo muerto y cuantiosos ingresos para la economía nacional, y que sin embargo se tiran o queman imprevisoramente. En el presente trabajo, el ingeniero Ruiz expone a los lectores de Bohemia los demás aspectos de su “plan de diversificación industrial y agrícola de Cuba partiendo del ingenio azucarero como centro fabril organizado”, y que fue premiado en el Congreso Nacional de Ingeniería celebrado recientemente en nuestra capital, como ya es sabido.

Las Industrias de las Mieles Finales.

Mostrándonos uno de los gráficos anexos a su plan -y que se reproduce en esta información-, el ingeniero Ruiz señala los distintos productos que pueden extraerse de las mieles finales de la zafra azucarera: en industrias de la categoría A, hielo seco, levadura, alimento para animales y alimento de consumo humano; para la categoría B, ácido aconítico, grasas, acetona y butanol y plásticos; y finalmente, de la categoría C, ácido láctico y ácido cítrico.

-Como usted verá -advierte nuestro entrevistado-, no incluyo la industria del alcohol en mi plan, por varias razones. En Cuba hay más de 40 ingenios azucareros que tienen destilerías, aunque muchas de ellas están actualmente inactivas y otras desmanteladas. En 1949, sólo 9 destilerías anexas a ingenios produjeron como el 50% del alcohol absoluto elaborado en Cuba, que fue de 53 millones de litros; y en 1950 esa cifra ascendió a la cantidad de 58.930,869 litros, mientras que de alcohol natural se produjeron en uno y otro año, 72.281,438 y 84.857,649 litros, respectivamente. Como se sabe, la mayor parte de nuestra producción de alcohol absoluto se mezcla con la gasolina para formar carburante para los vehículos motorizados.

-Ahora bien -agrega-, hay que tener en cuenta una realidad de la moderna industria química: poco a poco, las mieles vienen siendo menos importantes en la producción de alcohol, al extremo de que antes de 1943 se utilizaban en ese renglón en una proporción de un 70 por ciento, mientras que en los últimos 6 años sólo se usa un 30% de mieles en la producción de alcohol, en los Estados Unidos, ya que se está obteniendo alcohol etílico de distintas materias primas -gas etileno y otros sintéticos, y granos y otros vegetales.

Y nuestro informante muestra el gráfico, que aparece en este trabajo como ilustración, que marca el ascenso de la producción de alcohol industrial sintético y el descenso del que se obtiene de las mieles. Pero el ingeniero Ruiz aconseja el mantenimiento y aun el incremento de la producción de alcohol en destilerías anexas a ingenios, para el consumo doméstico; pero también con el propósito de industrializar los actuales desperdicios de la fermentación alcohólica de las mieles finales, en los siguientes productos:

Hielo seco, industria de la categoría A. Ya en este renglón ha fijado pautas el central Andorra, de Artemisa, en Pinar del Río, cuya destilería anexa, Compañía Alcoholera Occidental, S.A., instaló una planta de recuperación del gas carbónico, utilizando el proceso Reich, del cual fabrican hielo seco, cuya demanda aumenta de día en día en su opinión. Se usa en la conservación y transporte de productos alimenticios, aplicaciones industriales, domésticas y terapéuticas.

Levadura para piensos balanceados.-En la misma destilería anexa al central Andorra, informa Ruiz, se ha instalado una planta para la obtención de levadura utilizando los mostos o fondajes de baticiones, según otra fase del mismo proceso Reich. Esta levadura se utiliza como fuente económica de proteínas y vitaminas del complejo B, suplementarios en la alimentación animal. Dado su contenido de aminoácidos, pueden sustituir a productos residuales del pescado y la leche en las fórmulas balanceadas y pueden también desplazar a las tortas de fríjol de soya.

-El ingeniero cubano José Luis Planas -agrega el ingeniero- tiene un proceso de recuperación de levadura seca, utilizando los fondajes de baticiones de las destilerías, con costos actuales muy bajos. Por ejemplo, una destilería anexa a un ingenio azucarero que produjera 50,000 litros diarios de alcohol, puede rendir 3.75 toneladas diarias de levadura, que en 300 días son 1,125 toneladas; si a esto se unen las dos toneladas diarias de levadura que puede dar la cachaza durante los 100 días de zafra, tendremos 1,325 toneladas, que pueden dejar una utilidad de $49,750, para una inversión de $100,000 que costaría la planta de levadura seca. El actual mercado cubano para levadura en piensos balanceados, por otra parte, es de 15,000 toneladas anuales, que se duplicará en los próximos tres años. El mercado norteamericano es de unas 100,000 toneladas anuales, creciendo a ritmo vertiginoso.

Mieles finales como alimento para ganado.-Desde hace muchos años se viene utilizando la miel final como un alimento en la dieta de los animales, combinándola con distintos nutrientes para hacer un alimento balanceado, existiendo numerosas fórmulas y experimentos en diversas zonas azucareras.

En los Estados Unidos -explica Ruiz- se viene aplicando la miel a este uso desde hace tiempo. Cuando hace años visité la Purina Mills, en Saint Louis, Missouri, tenían allí grandes tanques de almacenaje de miel fina cubana, que usaban en distintas fórmulas. Este gráfico -agrega, mostrándonoslo- demuestra cómo en la medida que ha bajado en los Estados Unidos el uso de las mieles en la producción de alcohol, ha subido en la aplicación de alimentos para ganado; mientras en 1947 se utilizaron 128 millones y medio de galones de miel en alimento animal, en 1950 se usaron 267 millones de galones y en 1951, 200.

-Varios factores -agrega Ruiz- influyen en la utilización de las mieles en alimentos para animales, y entre ellos está el precio prevaleciente del maíz en los mercados de las áreas ganaderas. Además, las estaciones experimentales descubrieron que añadiendo mieles a cualquier pasto, se aumenta la proporción, tanto del peso como del apetito, se reduce la cantidad de alimento necesario para cada libra que se gana en peso y se obtiene mejor carne y mayor rendimiento una vez sacrificada la res. El ingenio azucarero se presta muy bien para el establecimiento de una fase adicional de su ciclo azucarero, preparándose para la fabricación económica de piensos balanceados secos a base de mieles, bagazo y levadura, que él mismo produce económicamente. Y no sólo para el consumo doméstico, sino principalmente para los Estados Unidos, que es el mercado actual y potencial de mieles para alimentos de animales.

Las mieles para consumo humano.-Apunta Ruiz que las mieles están siendo recomendadas por los expertos en nutrición y dietética, para enriquecer la dieta humana, por ser muy ricas en hierro, calcio, aminoácidos y calorías, como lo demuestran los análisis dados a conocer en publicaciones especializadas. Y recuerda que el eminente dietético, Gayelord Hauser en su libro “La dieta lo hace”, afirma que hay tres superalimentos que dan más por el dinero que cuestan: levadura de cerveza, gérmenes de trigo y finales de la caña de azúcar.

-Las mieles finales de la caña de azúcar -dice Hauser, el célebre apóstol de la “miel de purga” que se pusiera en boga hace poco en Cuba-, constituyen un valioso alimento que no goza de la popularidad que merece. El producto es rico en Vitamina B6 y otras, muchas vitaminas del grupo B, y es de tal valor alimenticio que no debiera de faltar en ninguna mesa para ingerirla en cada comida... Las mieles finales están catalogadas como la más rica fuente natural de ácido pantoténico -que estimula el crecimiento-; de ácido fólico, necesario para conservar el color del cabello, y de inistol, que estimula el crecimiento de este último...

Estima Angel Ramón Ruiz que la industria de la miel final como alimento humano constituye también, como las anteriores, una nueva fuente de riqueza, adscripta a la categoría A de su nomenclatura.

Mieles para plásticos.-Informa el entrevistado de Bohemia que en los Estados Unidos se fabrica un producto llamado “Plasmofalt”, compuesto de mieles deshidratadas y pulverizadas que han sido resinificadas y combinadas químicamente con residuos gruesos de tanques de petróleo, al objeto de obtener un asfalto sintético capaz de formar un material duro e insoluble para la pavimentación de caminos. Mezclado con arcilla y arena, se logra la unión de las partículas hasta formar un adobe plástico para ladrillo de construcción (Plasmo-bric) que aparte de su solidez y gran resistencia, constituye un material aislante para el sonido y el calor, siendo al mismo tiempo a prueba de incendio y de insectos. El costo de un edificio construido con este material, se asegura que no es más de la tercera parte o de la mitad de lo que cuesta a base de ladrillos de cerámica. A partir del “Plasmofalt” y el “Plasmobric”, se llega fácilmente a otros productos como el “Plasmeite” y el “Plasmocrete”, así como a preparaciones plásticas para la fabricación de artículos de varias clases.

Acido aconítico.-Se puede obtener partiendo del ácido cítrico, pero resulta más económico extraerlo del aconicato de calcio que se puede sacar de las mieles tratadas con ciertos reactivos. El ácido aconítico tiene usos industriales en la preparación de goma sintética y de ciertos plásticos, y su demanda va en aumento en los Estados Unidos.

-En el Central Raceland, en la Lousiana -afirma Ruiz- están obteniendo el Aconicato de Calcio. Según datos en mi poder, durante el ciclo de producción 1948-49, ese central molió 16.361,760 arrobas de caña, y produjo 427,300 libras de aconicato de calcio con un valor de $64,734, a 15 centavos libra, equivalente a 2.61 libras por cada 100 arrobas de caña.

Otros Derivados de las Mieles.

Cuando el periodista creía haber agotado el catálogo de industrias derivadas de las mieles finales, acopiadas por Angel Ramón Ruiz en su “estrategia de fomento de largo alcance”, el destacado especialista extrajo más datos y estadísticas de su voluminosa expediente, y expresó, sonriendo:

-Pero aún no hemos acabado con todos los productos que podemos obtener de las mieles. Continúe anotando ahora aquellas industrias que incluyo en la categoría B de mi nomenclatura...

Y la relación impresionante nos hace pensaren la dimensión de la labor realizada por el aplaudido expositor del Congreso de Ingeniería, pero también en las posibilidades que deja de aprovechar nuestro país, al no utilizar debidamente todos los rendimientos de los subproductos de la caña, para bienestar de la población trabajadora y progreso y prosperidad de la nación.

Grasas de las mieles finales.-Experimentos realizados en distintos países han demostrado que un galón de miel final puede rendir hasta una libra de grasa, de un tipo muy parecido al aceite de palma, que es comestible y que se usa en la fabricación de jabones. En opinión de Ruiz, desde ahora debíamos de encaminar nuestros pasos a la investigación de este campo que tanto promete y para que cuando el precio de las mieles fínales lo amerite, estar preparados para la producción en escala industrial, ya que el mercado cubano de aceites vegetales es de gran volumen -casi 13 millones de libras anuales-, aparte de que Estados Unidos compra más de 70 millones de libras anuales al extranjero.

Acetona y alcohol butílico por fermentación de las mieles finales.-La acetona tiene muchas aplicaciones, principalmente como solvente. De los 400 millones de libras producidos en 1947 en Estados Unidos, 40 millones correspondieron al proceso de fermentación. Las posibilidades de un mercado estable se mantienen para la fermentación combinada de acetona y butanol. Según Ruiz, el proceso Weizmann de fermentación de las mieles, rinde aproximadamente 70 por ciento de butanol, 27 por ciento de acetona y 3 por ciento de alcohol etílico.

-Vale la pena -aconseja el ingeniero Ruiz encaminar también nuestras investigaciones en este camino que tantas oportunidades ofrece, preparándonos para cuando el precio de las mieles sea bajo y para cualquier situación de emergencia con gran mercado. En Terre Haute, Indiana, por ejemplo, la Commercial Solvents Corporation elabora varios productos con el butanol y la acetona, entre ellos alcohol diacetona, acetato de butilo, aldehido de butílo, estearato de butilo y phthalato díbutílico.

Acido láctico por fermentación de las mieles finales.-Aunque al presente el mercado norteamericano está cubierto por la producción de los tres grandes fabricantes de ácido láctico, hay la futura posibilidad de un mercado potencial enorme en la fabricación de plásticos y de goma sintética. Una empresa ya ha obtenido un producto denominado Lactoprene EV, parecido a una masa esponjosa de goma blanca, que está siendo utilizado en escala industrial para determinados usos, como colchones y almohadas. Sería recomendable una planta piloto en Cuba para esta industria de la categoría C.

Acido cítrico por fermentación de las mieles finales.-Las mieles finales de Cuba, con más de 50 por ciento de azúcares totales, constituyen una fuente inagotable para la producción de ácido cítrico por fermentación. Un galón de miel en esas condiciones puede rendir más de dos y media libras de ácido cítrico. Ruiz recomienda un estudio económico dirigido a comprobar si es mejor negocio fabricarlo en Cuba y exportarlo al mercado norteamericano, que enviar allá las mieles como se hace actualmente; especialmente si la fábrica está anexa al ingenio azucarero que le pueda suministrar vapor generado con bagazo sobrante, y que dicho ingenio tenga facilidades de embarques para exportación.

Levadura para consumo humano obtenida de las mieles.-La investigación de la obtención de alimentos ricos en vitaminas para los pueblos desnutridos, estableció la levadura para consumo humano obtenida de las mieles, en algunos aspectos superior a la levadura de cerveza. En Jamaica se estableció una planta con una producción diaria entre tres y cuatro toneladas largas de levadura seca, por la Colonial Food Yeast, y utiliza entre cuatro y cinco toneladas de mieles para obtener una tonelada de levadura seca. En Puerto Rico también se hacen experimentos en una planta piloto a un costo de un cuarto de millón de pesos.

Los Productos de los Azúcares.

Continuando en su exposición tan llena de observaciones y detalles de gran importancia para el futuro de la economía cubana, el ingeniero Ruiz pasó a otros aspectos de su plan, que el periodista anotó lo más sintéticamente posible, en obsequio a las exigencias del espacio disponible y de la más rápida captación de sus proyecciones por parte del lector.

Según él, hay centenares de patentes relacionadas con la utilización de la sacarosa, glucosa y otras formas de azúcares, y la literatura técnica sobre esos procesos es amplia. A ese efecto, señala que hay 146 patentes para resinas, plásticos y goma sintética de azúcares; 112 para vitaminas, drogas de sulfa, terapéuticas, etc.; 22 de adhesivos, dextrana, etc.; 21 de explosivos y productos nitrogenados, y 14 de detergentes y agentes humectantes.

Allyl sucrose. Plástico transparente, duro, insoluble.-Entre los productos con un gran mercado potencial en el campo de los plásticos, como acabado de superficies, está el Alyl Sacarosa o Allyl Sucrose. Este producto prepara unas películas de gran brillo y dureza, siendo al mismo tiempo suficientemente flexible para hacerlo ideal en ciertas aplicaciones como acabado de automóviles, muebles, etc. Debido a sus propiedades adhesivas e impermeables, se puede utilizar para impregnar papeles, telas y vidrios, porque es también transparente.

Insecticida de sucrato cúprico.-Formado por azúcar e hidróxido cúprico. Podría ser fuente de una industria de insecticidas contra insectos y larvas masticados que atacan nuestras cosechas de tabaco, tomate, keneff, etc., y la bibijagua que destruye jardines y huertos caseros.

Acido levulínico.-Se usa especialmente en la síntesis de los compuestos heterociclicos, como insecticidas, fungicidas, drogas y tintes. La Sugar Research Foundation ha estudiado sus costos de producción, y lo dio a conocer en uno de sus reportes. Existe bastante bibliografía del producto.

Productos del Cogollo de la Caña.

Ya se sabe que cuando se corta la caña para la elaboración del azúcar, se le desprende de las hojas y se le corta el cogollo. Esta parta que se deja en el campo, contiene sales, pigmentos y levaduras y otros productos utilizables, según Angel Ruiz, de acuerdo con análisis efectuados, siendo notorio que es mayor la cantidad de ácido aconítico que contiene el cogollo. La cantidad de cogollo, hojas y retoños tiernos cortados y dejados en los campos, es prácticamente una cantidad igual en peso a la caña cortada y enviada al ingenio, en peso de materia seca. Según los cálculos del ingeniero E. Antonio Vázquez, que Ruiz cita, en 50,000 arrobas de caña enviadas al ingenio por caballería, hay 187 toneladas de materia seca que entra en la fábrica, y otras 187 toneladas de materia seca queda en el campo, en la siguiente proporción: retoños y hojas verdes, 20 toneladas; hojas y cañas secas, 92, y cogollo, 75.

-Según Vázquez -explica nuestro entrevistado- los productos que se pueden obtener de 50 millones de toneladas de desperdicios de la caña (teniendo en cuenta que una cantidad igual es la de la caña molida en una zafra actualmente) valen más de mil millones de dólares, de poderse utilizar y vender todos ellos a precios más bajos que el mercado actual.

Según las investigaciones del ingeniero Vázquez, que Ruiz utiliza en su plan, de esos residuos que actualmente quedan tirados en el campo, se pueden obtener 200 toneladas de “forrajes”, 100 toneladas de “celulosa” y 40 de abonos de “lignina” cada 24 horas, en un equipo adicional en un ingenio, con una inversión inicial de $200,000 y un gasto diario de $10,360. Siendo el valor de los productos obtenidos $15,600, dejaría una utilidad diaria de $5,240.

Otras Industrias en Ingenios Azucareros.

Jugos de frutas, frutas en conserva y pulpas.-Cuba es un gran mercado consumidor de frutas frescas, así como de jugos de frutas y pulpas y ahí está el índice de importación: $6.952,869.00 pagamos en 1950 por jugos de frutas y frutas en conserva del extranjero.

-Yo no pretendo -asevera el ingeniero Ruiz- sustituir totalmente el consumo de frutas, ensaladas de frutas y jugos de frutas importados, pero sí me pregunto por qué ciertos ingenios azucareros, actualmente cerca de las zonas tomateras, o las que pueden fomentar en sus predios, no establecen una fábrica anexa para elaborar jugo y puré de tomate utilizando el bagazo sobrante como combustible. Y si no se quisiera competir con las fábricas existentes, bien podría vender su producción a una o varias empresas dedicadas a la venta de esos productos. También podrían elaborar ensaladas de frutas criollas de gran contenido de vitaminas, así como conservas de mangos, fruta bomba, guayaba, etc., creando así una fuente adicional de trabajos agrícola e industrial durante tiempo muerto, ya que contamos con un mercado seguro, que consume actualmente nada menos que cinco millones de libras de ensaladas de frutas de importación, y más de cuatro millones de libras de jugos de tomate del extranjero...

Leche y sus productos derivados.-Apunta Ruiz como Cuba es un buen mercado consumidor de leche y sus productos derivados, pues además de la producción nacional, en 1950 importamos 17.598,960 kilogramos con un valor de cerca de seis millones de pesos.

-Vuelvo a hacerme la pregunta -dice- ¿Por qué ciertos ingenios azucareros con refinería, no pueden establecer una fábrica de leche condensada, cuando están situados en una zona lechera, o que la pueden crear en sus alrededores? ¿Por qué otros no pueden crear una fábrica de leche evaporada, en las mismas condiciones de situación y de fomento? Un mercado nacional de 10 millones de libras extra de leche condensada y de 22 millones de libras extras de leche evaporada, merece la pena de estudiarse, pues el primero representa un millón y medio de pesos anuales, y el segundo, dos y un cuarto millón de pesos...

Conservas alimenticias. Vegetales. Animales. Otros productos.-Cuba es magnífico mercado, también, para las conservas alimenticias: en 1950 importamos más de 18 millones de libras, con un valor de $3.017,947 de conservas alimenticias varias, tales como sopas vegetales, puré de tomate, tocinos y jamones, puerco salado, etc. Entiende Ruiz que la magnitud de las cifras en estos renglones, obliga a un detenido estudio sobre las posibilidades de establecer en algunos ingenios azucareros una industria anexa de conservas alimenticias, usando como combustible el bagazo sobrante.

Aceites comestibles y otros aceites.-Señala Ruiz que durante 1950, Cuba importó más de 16 millones de libras de aceite comestible, con un valor de cerca de tres y medio millones de pesos; por ello estima que con buena técnica y relativamente poca inversión, se podría establecer una planta de extracción de aceite de maní en alguno de los ingenios azucareros localizados en las zonas cosecheras de maní.

-Si estudiamos la zona de Holguín, como vemos en el mapa, donde se produce mucho maní, vemos allí localizados los centrales Cacocúm, Maceo y más al norte Santa Lucía y Báguanos. Podría alguno de esos ingenios montar una planta de extracción de aceite de maní, con las oportunidades de usar como combustible el bagazo sobrante, de aprovechar las tortas residuales para alimento de ganado, y con las ventajas de tener inmediato el mercado de las provincias de Oriente y Camagüey.

Plantas desfibradoras de Kenaf. -En un futuro no muy lejano, tendremos grandes siembras de kenaf, cuya fibra puede sustituir al yute en la fabricación de sacos para el azúcar crudo. Cada año enviamos a la India y al Pakistán como 18 millones de pesos por los sacos de envase. A mediados de este año había sembradas 290 caballerías de kenaf. Y ya tres ingenios azucareros, Manatí, Elía y Céspedes, tienen grandes siembras de esa planta.

-Hasta ahora -señala el ingeniero- se está destinando casi todo para semillas, pero ya en el central Manatí se ha instalado una planta piloto para desfibrar el kenaf y de los resultados que se obtengan, ya por medios mecánicos, ya por medios químicos, la ampliarán para hacerla en escala comercial. Después que se obtenga fibra económicamente, se estudiarán las posibilidades de la fase textil, o sea la elaboración de los sacos. Este hecho corrobora nuestra tesis de que se puede utilizar el ingenio azucarero, aprovechando toda su actual organización, para la diversificación industrial y agrícola de Cuba.

Las Conclusiones.

-Una vez demostrado esto en mi “estrategia de fomento de gran alcance” -terminó Ruiz-, podemos llegar a algunas conclusiones: algunas industrias de la clase A pueden establecerse en un futuro inmediato, previa verificación económica del mercado; tales industrias son: cera cruda o refinada obtenida de la cachaza, levadura obtenida de la fermentación de la cachaza o de las mieles utilizadas en la fermentación alcohólica; briquetas de carbón, obtenidas del bagazo sobrante; abonos biológicos, también del bagazo sobrante; alimentos para ganado, utilizando las mieles o levaduras y bagazo; y conservas alimenticias, aprovechando las cosechas propias de las zonas y o los productos animales.

Entiende el ingeniero Ruiz que para las industrias de la clase B se podrían aprovechar las oportunidades de disponer de técnicos especializados norteamericanos de acuerdo con el llamado Punto Cuarto, al través de la Comisión de Fomento, del Banco de Fomento Agrícola e Industrial de Cuba, de la Junta Nacional de Economía, del Instituto Cubano de Estabilización del Azúcar.

Y finalmente, para las industrias de la categoría C, estiman que deben realizarse investigaciones más extensas, creando becas y premios especiales entre nuestros investigadores y alumnos más destacados, debiendo las Universidades cubanas orientar las tesis de grado hacia objetivos definidos, específicos, relacionados con estas industrias que él incluye en la clase C de su nomenclatura.

La entrevista había llegado al final, para descanso del amable informante. Lo que no terminará con estas líneas será el afán de investigación y estudio de las posibilidades cubanas de Angel Ramón Ruiz y de otros muchos técnicos criollos, que laboran con entusiasmo en pro de un porvenir más estable, próspero y sólido de la economía de nuestro país. Sólo falta que las palabras y las experiencias no queden en el aire, y que surjan circunstancias propicias para que puedan concretarse en espléndida realidad.






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Última Revisión: 1 de Mayo del 2004
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